Elegir cómo morir

Es, en teoría, una decisión personal. Sólo uno es -se cree- capaz de hacer balance de sus condiciones, circunstancias y oportunidades de forma que, como resultado, uno escoja la manera en la que quiere que sus días acaben. No obstante, un gran impedimento son los fragmentos que uno mismo deja en las personas de su entorno. Dado que, a raíz de eso, y según los intereses del otro hacia uno mismo, pueden impedir el desarrollo diario de la persona, de cómo quiere morir.

Momentos más tarde me di cuenta de que era mejor decir "elegir cómo vivir".