Determinadas decisiones, bien del día a día, bien en determinados momentos, acaban ahogándoseme en un putrefacto baño de inseguridad.
¿De dónde proceden semejantes aguas viciadas? Es una pregunta que ha pasado muchas veces por mi cabeza sin encontrar una posible compañera factible, de fiar. Hasta que miro un poco al mundo y me doy cuenta.
Resulta que son el resultado fermentado de un miedo incomprensible e inmensamente exagerado al error, impuesto en el contexto de una sociedad en la que la apariencia es lo primero en ser juzgado, y normalmente es el único elemento que se tiene en cuenta.
¿Por qué tenemos que dar una imagen tan hipócrita de perfección, de que todos hemos conseguido nuestras victorias sin pasar por el fracaso? Es, a fin de cuentas, vivir sobre unos pies de barro, inacabados, que tarde o temprano acabarán por derrumbar todo el complejo que sobre ellos se cimientan. ¿Es acaso uno pequeño paso hacia la deshumanización? Podría decirse que sí.
Porque, precisamente, es el error el que nos reafirma en nuestro objetivo, del que se sacan fuerzas para mirar hacia delante y no dejarse consumir por lo que otros no quisieron.
¿De dónde proceden semejantes aguas viciadas? Es una pregunta que ha pasado muchas veces por mi cabeza sin encontrar una posible compañera factible, de fiar. Hasta que miro un poco al mundo y me doy cuenta.
Resulta que son el resultado fermentado de un miedo incomprensible e inmensamente exagerado al error, impuesto en el contexto de una sociedad en la que la apariencia es lo primero en ser juzgado, y normalmente es el único elemento que se tiene en cuenta.
¿Por qué tenemos que dar una imagen tan hipócrita de perfección, de que todos hemos conseguido nuestras victorias sin pasar por el fracaso? Es, a fin de cuentas, vivir sobre unos pies de barro, inacabados, que tarde o temprano acabarán por derrumbar todo el complejo que sobre ellos se cimientan. ¿Es acaso uno pequeño paso hacia la deshumanización? Podría decirse que sí.
Porque, precisamente, es el error el que nos reafirma en nuestro objetivo, del que se sacan fuerzas para mirar hacia delante y no dejarse consumir por lo que otros no quisieron.
4 comentarios:
Me encanta Fer. Hoy me siento realmente identificado contigo. Me has animado la tarde ^^
Tus palabras rebosan de razón. ^^
No tengo comentarios al respecto mas que alabar cada una de tus palabras. Excelente reflexión :)
Fernando, no se puede haber (d)escrito mejor.
Eres un tío listo. :)
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